jueves, 10 de septiembre de 2015

SOLO VINE A HABLAR POR TELÉFONO

Erase una tarde lluviosa cuando Maria de la Cruz viajaba desde Zaragoza, su auto sufrió una avería, ella tenia que llegar don de su esposo, Saturno el Mago, por que tenían presentaciones, nadie la quería ayudara hasta que después de un rato un conductor de un bus la ayudo peor le dijo que no iba muy lejos.

Maria ya subida en el bus se dio cuenta que iba pura mujer vieja y con una el mismo uniforme, cuando llegaron se dio cuenta que las mujeres estaban adormecidas, fue cuando ella intento salirse de la fila y buscar un teléfono cuando un mujer le grito que formara la fila.

Ya adentro María se dio cuenta que había llegado a parar a un manicomio, paso varios encuentros allí al no poder salir, había una mujer muy ruda llamada Herculina que fue la que la tranquilizaba siempre cuando trataba de escaparse.

ME ALQUILO PARA SOÑAR

García Márquez estaba desayunando cuando ocurrió un desastre natural en el cual se había salido el mar y arrazo con todos los autos que pasaban por el malecón todos los bomberos ayudaron a reparar todo lo destruido por el maremoto y nadie se había percatado del auto que estaba incrustado en uno de los muros del restaurante donde se encontraba, los periodistas dijeron que se trataba de una mujer que estaba toda desfigurada y que se encontraba amarrada con el cinturón de seguridad, que llevaba pues un anillo en forma de serpiente con ojos de esmeralda, García Márquez se dio cuenta que él había conocido hace mucho tiempo a una mujer que tenia el mismo anillo de la accidentada, la conoció en un comedor de estudiantes y lo único sabia que no tenia su nombre, el solo la llamaba Frau Frida y que su único trabajo era soñar.

EL AVIÓN DE LA BELLA DURMIENTE


En este cuento el autor conoce a una hermosa mujer, la más bella, mientras sacaba pasaje para un vuelo en avión.

Todo estaba bien, García Márquez esta parado en la fila cuando escuchaba a una anciana pelear con la secretaria por el peso de su equipajes y fue cuando él conoce a la mujer.

El vuelo se cancelo por una nevada entonces el autor decide espera, el vuelo salio a eso de las 8 de la noche cuando era para las 11 de la mañana, él se embarco y su supresa fue de que le toco de compañera de viaje a la mujer hermosa que había visto en el aeropuerto, entre los dos no se dirigieron ni una solo palabra, cuando el sobrecarga llego con los vasos de champaña, Gabriel agarro un vaso para ofrecérselo pero se arrepintió con tiempo por que la mujer bella le dijo al sobrecarga que solo quería un vaso de agua y que durante el viaje nadie la despertara, Gabriel se quedo sorprendido por que no iba a poder hablarle.

miércoles, 9 de septiembre de 2015

LA SANTA.

LA SANTA 
La Santa es un cuento que relata la historia de un hombre colombiano llamado Margarito Duarte, un tipo callado, sin estudios avanzados, pero letrado, que no tuvo una vida muy afortunada. Por su costumbre de leer, a los dieciocho años consiguió un puesto de escribano en el ayuntamiento de su ciudad. En esta misma edad, se casó con una mujer muy guapa, que, desafortunadamente, se murió poco después, justo en el parto de su primera hija. La niña era más bella que la propia madre, sin embargo, a causa de una fiebre, vino a morirse a los siete años. 

La vida de Margarito siguió entonces sin mayores apuros, pero, once años después de la muerte de su hija, Margarito fue comunicado de que sus parientas, mujer e hija, serían exhumadas a causa de la construcción de una represa en el cementerio del municipio. 

En este momento, Margarito se pone frente al misterio que cundirá por toda su vida, pues, allí, tumbada en el ataúd, está su hija, con la apariencia de una viviente, como si solamente estuviera dormida. La niña no demostraba ninguna señal de que era una difunta, con la excepción, claro, de que sus órganos no más latían y de que su cuerpo carecía de peso. Todo en la muchacha reflejaba vida, incluso las flores que llevaba presas en las manos. 

De ahí en adelante, tras ese suceso, Marguerito se marcha a Roma con el objetivo de que el Vaticano y el Papa reconozcan la santidad de su amada hija, que la beatifiquen. Sin embargo, estos intentos, sí, fue más de uno, no tendrán el efecto deseado por el padre, pues, en la historia, se pasan 22 años sin que las autoridades competentes hicieran caso de las solicitaciones del pobre viejo, que, no obstante, nunca perdió la esperanza de que su niña fuera canonizada.